La terapia de pareja, algo muy demandado y difícil de trabajar. Difícil porque tienes que hacer frente a dos personas, dos personas que en lugar de buscar un psicólogo muchas veces parece que requieran un juez que juzgue quien es el culpable del conflicto de pareja. Ocurre frecuentemente que te tomen como juez, porque a menudo quien acude a terapia de pareja necesita que alguien le confirme que su pareja es la responsable del conflicto que pretenden tratar.

La terapia no consiste en que yo empiece a culpar a uno u a otro. De modo sutil, sin provocar ansiedades, tengo que hacer sentir a las dos partes las ventajas y beneficios que reporta cambiar ciertas conductas, conductas que perjudican la buena relación sin que ninguno de los dos llegue a darse cuenta de ellas.

Trabajar en los errores en que ambas partes incurren a veces no es fácil, porque se trata de hacer desaparecer en uno de ellos o en los dos viejos rencores y dolor acumulado, rencores y dolor que seguramente ningún miembro de la pareja es consciente de ellos.

Las preguntas que podrías formularme son ¿cuáles son esas conductas a cambiar?, ¿cuáles suelen ser esos rencores? y ¿cómo se acumula ese dolor?

La conducta tuya que va a generar todo ese malestar en tu pareja será la que ella interprete como conducta impositiva; cuando lo que tu digas o hagas ella lo interpreta como una imposición.

Es evidente que lo que interpretamos es algo subjetivo, lo que para ti es una imposición para otra persona puede no serlo; pero en psicoterapia hay que respetar las subjetividades, porque trabajamos con subjetividades.

Cuando alguien tiene la costumbre de tratarte con imposición, es normal que te moleste y llegues a guardarle cierto enfado, enfado que si no haces algo con él es posible que convierta en resentimiento, resentimiento que desgasta el amor o los buenos sentimientos que en un principio profesabas a tu pareja.
Como te he dicho lo que para ti o para mí es imposición es siempre subjetivo; sin embargo, hay ciertos comportamientos que corren un mayor riesgo de caer en la imposición para nuestra pareja. El comportamiento de mayor riesgo es cuando tu pareja siente que no le respetas los sentimientos que profesa hacia sus familiares, amistades o hacia la gente que aprecia.

Otro comportamiento que debes evitar para no herir a tu pareja es el impedir o dificultarle el desarrollo de sus capacidades físicas o intelectuales

Otro aspecto de tu conducta que debes eludir es todo aquello que afecte al rol de tu pareja en la familia, como es la autoridad ante los niños, su capacidad y derecho en la toma de decisiones, etc.

Podrías decirme que los conflictos matrimoniales o de pareja surgen sobre todo por la infidelidad y por el deterioro de las relaciones sexuales. Entonces, yo te contestaré que, en la mayoría de las ocasiones, la infidelidad y las malas relaciones sexuales son consecuencia de lo que hemos visto antes.

Yo siempre digo, medio en broma medio en serio, que los que se separan con facilidad son los artistas de cine. Para el resto de los mortales, si no has acumulado dolor en la relación de pareja, crearas un lazo afectivo familiar del que no querrás prescindir.

Puede haber otras razones que creen conflicto de pareja, pero lo apuntado arriba es lo más frecuente.

Te aconsejo que cuando notes algún tipo de decaimiento en la relación con tu pareja, acude al psicoterapeuta, y si es posible, preséntate tu solo; es mucho más eficaz tratar el conflicto con un solo miembro de la pareja, sobre todo en los comienzos del conflicto, cuando empiezas a notar los primeros síntomas.

En un primer momento es mucho mejor tratar con un solo miembro de la pareja; se trata de evitar que la terapia se convierta en careo, un careo que la mayoría de las veces solo consigue un incremento de las desavenencias, los enfados y los consiguientes rencores, todo lo cual lleva a enconar posturas.
El hecho que seas tú el que acude a la consulta no significa que seas tú solo el que requiera cambiar alguna conducta, no significa que seas el responsable del conflicto, significa que a través tuya ayudarás a cambiar tu propia conducta y a cambiar o mejorar la conducta de tu pareja. Es curioso y asombroso comprobar que al modificar tu comportamiento, modificas el comportamiento de tu pareja.

En lugar de esperar que alguien te diga de quien es la responsabilidad o la culpa del conflicto de pareja, es preferible actuar a tiempo, ver y aprender en que puedo cambiar (en lo que digo y hago) para facilitar a mi pareja (sin que ella lo perciba) a modificar su modo de comportarse en la relación y conseguir eliminar el conflicto.

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