En la línea de mi anterior articulo diré que otro caso típico, frecuente en mi consulta, es el llamado trastorno de ansiedad generalizada. Tal vez te quejes de sentirte nervioso en casi todos los ámbitos de tu vida. Un estado de constante alerta invade o acompaña tu conducta.

Si sufres este tipo de ansiedad seguramente llevas tiempo con este padecimiento, padecimiento con el cual te has acostumbrado; hasta que un buen día el malestar se te incrementa y quizás decidas acudir al psiquiatra o al psicólogo.

Tengo que decirte que este tipo de ansiedad se aprende tras un evento traumático o bien al identificarte con un modelo de tu entorno, identidad que crea las pautas de comportamiento a seguir.

El caso es que será difícil que seas consciente de tu constante estado de alerta, de que todo los haces con temor a que puedas hacerlo mal o que algo malo puede ocurrir.

Solo si empiezas a tratarte es cuando te das cuenta que toda tus conductas las anticipas con ideas de temor , ideas que son como si una voz interior te dijese que lo que te dispones a realizar, ejecutar o acometer comporta un peligro, peligro que indica que no podrás hacer bien las cosas; en la mayoría de las veces un peligro social, como ser criticado.

Tal vez hayas sufrido episodios de nerviosismo o tal vez hayas conocido a alguien que todo lo realiza con cierta tensión. No vale decir que somos así, que soy nervioso o que aquella persona es nerviosa, como dando por sentado que es normal; que forma parte de nuestro modo de ser. No nacemos así, sino que aprendemos a comportarnos con nerviosismo, con tensión o con un estado constante de alerta.

Normalmente si sufres ese tipo de ansiedad, lo sufres desde hace tiempo, desde hace años. Puede que acudas a mi consulta estando medicado o puede que no. Lo que interesa es detectar las ideas inconsciente o los hábitos que te llevan comportarte con ese estrés.

Es un tipo de ansiedad que puede ser tratado con relativa facilidad, o por lo menos conseguir una importante mejoría en unas pocas sesiones.

Aunque no te des cuenta siempre anticipas con la imaginación o con una idea la conducta que deseas realizar. Anticipas supuestas consecuencias de tus acciones. Si sufres este tipo de ansiedad, sin darte cuenta, anticipas un supuesto peligro, lo que te lleva a ejecutar tu conducta con miedo, además ves peligros por todas partes. Por eso, a ese tipo de ansiedad se le llama “trastorno de ansiedad generalizada”.

Lo que interesa recalcar es que, aunque lleves muchos años sufriendo este tipo de conducta, en cuanto de dispones a dejarte ayudar, a las pocas sesiones puedes notar los primeros cambios, la primera mejoría.

Si nunca te cuestionas tu conducta, nunca te cuestionarás las ideas con las que anticipas dicha conducta. A veces con el mero hecho de descubrir dichas ideas es suficiente para eliminar la conducta ansiosa, otras veces es necesario trabajar el habito creado por la conducta ansiosa ; en este último caso tampoco se necesita muchas sesiones para resquebrajar dicho hábito.

Otra cosa importante a retener es que cuando sientas ansiedad, tensión o nerviosismo, piensa que estas sensaciones son el lenguaje de tu interior que quiere invitarte a tratar algo, a tratar un asunto o idea, tu interior te pide ayuda. No contemples la ansiedad como algo molesto, sino como una señal para buscar un cambio en tu modo de ver la vida o en tu modo de interpretar tus relaciones sociales.

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