Cuando piensas en la bulimia, seguro que piensas en una adolescente preocupada por su cuerpo, preocupada por su peso y por la estética. La bulimia se da en adolescentes, en mujeres jóvenes y no tan jóvenes. Si sufres ese problema te habrás dado cuenta que ocurre de modo episódico. Si eres una mujer joven y padeces de bulimia, casi seguro que ya tuviste un episodio siendo adolescente.

La creencia popularmente asentada es que se trata de una excesiva preocupación por la estética. Pero te digo que, esa lucha por la belleza corporal esconde un conflicto interpersonal.

Tu interior sufre por algo y te lleva a refugiarte, refugiarte en la seguridad de mostrar una buena estética.

La cultura en la que vives condiciona el modo de vivir los conflictos afectivos, el modo en como escondemos dichos conflictos para paliar el dolor resultante de éstos.

En tu cultura ya sabes lo importante que es la belleza corporal.

La belleza corporal, la inteligencia y la posición social; estas son las tres ideas que siempre vas a tener en mente a la hora de buscar o esperar aceptación social.

Tal vez si sufres de bulimia no quieras presentarte a mi consulta únicamente con esa queja, sino con muchas otras. Eso sería lo correcto, porque la bulimia no es mas que un síntoma de algún problema interpersonal.

Cuando una persona se presenta para que le trate la bulimia, resulta ser un paciente resistente. Un paciente resistente es el que se encuentra con mucho miedo y dificultad para tratar la causa de su síntoma. Si la bulimia se presenta con otras quejas resulta mucho más fácil tratarla.

Si sufres de bulimia y quieres curarte, preocúpate también por las cosas o personas que no te aportan satisfacción o te hacen sufrir.

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